-Licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla
-Doctor en Filosofía por la Universidad de Sevilla
-Profesor del Departamento de Estética y Teoría de las Artes de la Facultad
de Filosofía de la Universidad de Sevilla. 1997 a 2002.
-Profesor de Filosofía en Bachillerato en el Colegio
San Fernando de Sevilla. Curso 2006-2007.
Conferencias dictadas:
-“Dificultad de una fundamentación racional de la ética
y la moral en la posmodernidad”. I Congreso Internacional de Ética de la
Comunicación. Universidad de Sevilla. Marzo de 2011.
-“Averiguaciones en torno a
la verdad en la época postmoderna”. IV Jornadas de
estudio, reflexión y opinión sobre la violencia. Organiza: Asociación Cultural
CSN y Universidad de Sevilla. Noviembre de 2008. Sevilla.
-Ciclo de tres charlas-conferencias sobre Fundamentos Filosóficos
de las Ideas Políticas:
El concepto de propiedad,
El concepto de Poder y
El concepto de justicia. Centro Cívico de Sevilla. Marzo, Mayo y Junio de
2001.
-Ética Profesional para el Siglo XXI. Universidad Latina de
Panamá, Sede de David. David, Panamá. Septiembre de 1997.
Cursos recibidos:
- Masonería:
método, historia y vigencia. Universidad Internacional de Andalucía. La
Rábida, 25 al 29 de julio de 2011. 30 hs.
- I Congreso Internacional de Ética de la Comunicación.
Universidad de Sevilla, 29 al 31 de Marzo de 2011.
- Occidente:
razón y mal. Directores del curso: Javier Muguerza y Yolanda Ruano. Cursos
de verano 2006, El Escorial. Universidad Complutense.
-Maestro Masón de la Logia Obreros de Hiram, nº 29 (desde 2013)
¿Por qué soy masón?
Siempre me molestó que
sin saber nadie qué era aquello, la sociedad española hubiera asumido que la
masonería -porque nos lo enseñaron en la época de Franco- era algo maligno y
detestable. Hace unos años me incorporé a una logia de Sevilla y comprobé que
son grupos de racionalistas, de librepensadores, que tienen por máxima la
libertad, la igualdad y la fraternidad. En septiembre de 2013 alcancé el grado de Maestro y
quiero compartirlo con todos, aunque, por desconocimiento de lo que
esto sea, os parezca algo extraño.
No me he convertido en un
friki ni en un esotérico raro -todos me habéis tratado en los últimos cinco
años y no habéis notado desviaciones extrañas, ¿no? (más allá de mi
personalidad habitual...)-. Tampoco por ser Maestro he alcanzado un grado de
sabiduría extraterrestre ni nada por el estilo. Estar en masonería, es, más que nada, una prueba de
que persisto en seguir buscando. Como sabéis, estudié la carrera de Filosofía y
echaba de menos que en la Universidad hubiera un grupo de profesores o
licenciados que se reunieran para hablar de nuestra materia. En un curso de
verano de Filosofía de la Complutense conocí a un tipo que intuí que era masón
y me gustó ver que lo que pensaba tenía que ver con mis intereses: ética,
moral, derechos humanos, dignidad de las personas, etc. Leí algunos libros
sobre la cuestión y comprendí que la masonería era, sobre todo, un método para
filosofar. No son gente vinculadas al poder, como se ve en las películas; ni
conspiradores. Son gente con intereses intelectuales que se reúnen para pensar.
Escribimos textos que debatimos y nos proponemos metas que ya se proponían
desde la Baja Edad Media gente que quería ser ilustrada en unos tiempos en los
que apenas había colegios y universidades. La masonería de hoy es más o
menos una escisión de los círculos de enseñanza que se formaban alrededor de
los maestros constructores que se dieron cuenta de que no sólo era importante
enseñar a calcular las tensiones de una bóveda o de un arco, sino que, además,
a esos futuros arquitectos había que enseñarles a ser buenas personas. (Algo,
por cierto, que debería de estar en la preocupación de todas las profesiones:
no debería de ser suficiente enseñar Economía o Derecho o Medicina o
Arquitectura; habría que enseñarles esa profesión y, además, a ser buenas
personas. Nos iría mejor hoy en día).
Claro, la Masonería en
Europa y en Estados Unidos tiene actualmente Universidades y Escuelas; templos
para sus reuniones y hasta auditorios. Aquí no somos nadie, sólo unos cientos
en España (aunque hubo miles durante la República) que nos reunimos en locales
pequeños (algo así como debe de ser una iglesita católica en plena China: para
los chinos: una curiosidad; cuando un chino viaja al Vaticano es otra cosa).
Pues así.
La gente cree que en la
masonería no se admiten mujeres y no es cierto. En mi logia hay muchas y varias
de ellas han presidido nuestro grupo. Es verdad que hay otra corriente que
tiene grupos o masculinos o femeninos. A mí me parece que tan racionalistas
como son van contra la razón, pero hay que convivir con cosas raras en todas
las instituciones. Esto es una buena muestra de que los componentes de estas
instituciones son gente normal y corriente con tantos fallos como en cualquier
otro grupo, pero, al menos, tienen una vocación de superación intelectual que
en la sociedad en la que vivimos, y acabados los estudios universitarios, nadie
está ofreciendo.
Ha habido en la Historia
muchos masones famosos que también me sirven de estímulo (saber que hay más
locos como tú consuela): Voltaire, Montesquieu, Goethe, Galileo, Winston
Churchill, Isaac Newton, Martin Luther King, Victor Hugo, Franklin Delano
Roosevelt, Rubén Darío, Sir Arthur Conan Doyle, Gabriela Mistral, Rudyard
Kipling, Salvador Allende, Peter Sellers, Abraham Lincoln, Louis Armstrong, el
astronauta Edwin Aldrin, Alejandro Dumas, Walt Disney y, por supuesto, Wolfang
Amadeus Mozart.
En fin: ya que hay que
vivir y que podemos hacer muchas cosas, yo hago esta -entre otras- (hay gente
que hace puenting...).
Ya podéis decir que
conocéis a un masón.
Algún día dejaremos de
ser bichos raros en España. Yo aporto mi granito de arena para desandar lo que
la guerra civil destruyó.
Para los que queráis
cotillear más sobre el asunto, podéis ver la web de nuestra logia aquí:
http://www.masoneriaensevilla.org/